lunes, 16 de noviembre de 2020

Mis manos en tu cintura, Salvatore Adamo

NUEVA ERA

   Estamos en una encrucijada  temporal suficientemente importante como para poner un punto y aparte en el blog. No le voy a cambiar el nombre, ni la apariencia, pero si los contenidos.

   Hay varias razones que os explicaré, para que comprendáis la necesidad del giro. En primer lugar mi vida laboral ha terminado, estoy felizmente jubilada, tanto como estuve encantada de trabajar en y con quien más me gustaban: niños y jóvenes. 

   La situación política de España es la segunda razón. Pienso que no podemos callar nuestra verdad y nuestra lógica, basada en nuestra experiencia vital ya bastante dilatada, en la que hemos vivido bajo dos regímenes políticos, dictadura y democracia, con edad suficiente en ambas para opinar racionalmente sobre ellas con conocimiento de causa.

   Y, finalmente, la situación de pandemia, confinamientos, muertes de generaciones anteriores, ... que realmente nos tiene descolocadas a las personas de cierta edad. Sin 

estar, por años cumplidos, en el límite superior de la vida, nuestros mayores están cayendo y no tenemos más remedio que ocupar los lugares vacíos. 

   Los temas de interés nuestros son más numerosos que los de los grupos anteriores y tenemos la inmensa suerte de no ser analfabetos digitales. Con todo ello y unas ganas muy grandes de comernos el mundo, disfrutando de todo aquello que anteriormente no hemos podido, por falta de tiempo, vamos a disfrutar de la vida que nos queda todo lo que podamos.
Que a nadie se le ocurra pensar que ya para lo que queda nos vamos a acomodar. No se confundan señores, somos de una generación que se hizo sitio a codazos y decidió, con mucha generosidad por ambas partes, que España era para todos por igual. Así que respetarnos y temednos porque no nos vamos a callar. Aún estamos aquí para reivindicar la historia que hemos vivido y están intentando cambiar.       Ojo, no se confundan, que allá vamos.

                PUNTO Y APARTE